Tomar decisiones es una parte fundamental de crecer. Cuando eres niña, tus padres o tutores lo hacen por ti, pero al convertirte en adulta, debes aprender a tomar decisiones por ti misma. Esto viene con la libertad para escoger lo que quieres en tu vida, y también con un miedo de no saber si estás haciendo lo correcto. Para ayudarte a tomar decisiones acertadas, te voy a dar unos pasos a seguir:
1. Reconoce la influencia del miedo
No saber si tu decisión es la mejor puede darte mucho miedo. Este llega a nublar tu capacidad de tomar decisiones acertadas. Si lo haces desde esta emoción, estarás eligiendo desde una postura de supervivencia que te llama a protegerte y a evitar el peligro. El miedo es una emoción intensa, y si te dejas dominar por ella, puedes quedar paralizada. Por ejemplo, considera a Marta, quien soñaba con cambiar de trabajo, pero temía perder la seguridad que le otorgaba su empleo actual. Su miedo al cambio y a lo desconocido la mantenía atada a una posición que ya no le satisfacía. Reconocer cómo el miedo influye en tus decisiones es el primer paso para superarlo y avanzar hacia lo que realmente deseas.
2. Identifícalo
Las decisiones importantes involucran un cambio en tu vida, y esto puede desestabilizarte, por eso es normal sentir miedo. Cuando los temores son tan grandes y abstractos, es difícil trabajar y resolverlos. Un paso importante es identificar a qué le tienes miedo, como si le estuvieras poniendo un nombre para saber exactamente cuál es.
Tomemos un ejemplo similar al de Marta. Javier tiene miedo de cambiar de trabajo porque ahí se siente seguro. Reflexionando al respecto, y tratando de ir profundo en esa seguridad que cree tener, se da cuenta de que su miedo es perder lo que ha construido, especialmente las relaciones que formó en su trabajo. El temor a lo desconocido de Marta y el de perder las relaciones que tiene de Javier son completamente diferentes a pesar de que ambos se relacionan con el cambio de trabajo.
3. Reevalúa la decisión
Una vez identificado qué es lo que te da miedo de tu decisión, explórala nuevamente con una perspectiva diferente y una visión más amplia. Sabiendo específicamente a qué le temes tienes más información para actuar. Además, este miedo te indica lo que es importante para ti y lo que debes cuidar al tomar tu decisión.
En el caso de Marta, la pregunta de cambiarse o no de trabajo se convertiría en: “¿Cómo me cambio de trabajo y me siento segura?”. En el caso de Javier sería: “¿Cómo me cambio de trabajo y mantengo mis relaciones? Puede ser que necesiten buscar la seguridad o las relaciones de otra forma, pero lo importante es que ya están actuando. Ambos han pasado de un estado de parálisis, en el que no sabían qué hacer, a uno de construcción de su propio camino; están decidiendo cómo quieren vivir su cambio de trabajo. En tu caso, es importante que definas muy bien el rumbo que quieres tomar; redáctalo lo más concreto y claramente posible para pasar a la acción. Un buen ejemplo para el caso de Marta sería el siguiente: “Quiero cambiar de trabajo para cumplir mis sueños y sentirme segura en el proceso”.
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4. Pasa a la acción
Una vez elegida la dirección que deseas, comienza a crear un plan de acción. Para ello, determina los pasos específicos que debes tomar para construir un camino hacia tus sueños. Puede ser enfrentar y vencer un miedo específico; encontrar otras formas de suplir un deseo, o cualquier cosa que necesites. Intenta que sean pasos pequeños y logrables, para que puedas aplicar tu plan. Es mejor avanzar dando saltitos fuera de tu zona de comodidad y de lo que acostumbras.
En los ejemplos previos, Marta podría hacer un plan de ahorros para sentirse segura al cambiar de trabajo, mientras que Javier podría hablar con sus amigos para verse fuera del horario laboral, creando diferentes maneras de convivir. Ocuparte en la decisión que has tomado te va a ayudar a vencer el miedo; va a hacer que veas mucho más cercano tu objetivo y te va a motivar a cumplirlo.
5. Pide ayuda
En ocasiones, pedir ayuda a personas en quienes confías o admiras puede ofrecer perspectivas valiosas. Es importante elegirlas sabiamente, asegurándote de que tengan los mejores intereses en mente. Pueden ser tus padres, amigos cercanos, un terapeuta o incluso algún ser superior, si eres una persona espiritual. Es importante recordar que no estás sola en la vida y que, aunque los caminos sean personales, puedes caminarlos en compañía.
Tomar decisiones acertadas puede ser intimidante, pero al aplicar estas estrategias, te acercarás más a tus objetivos. Recuerda que, en el proceso de toma de decisiones, el Método Magui Block® resulta un gran apoyo, ya que te proporciona las herramientas y los recursos necesarios para tomar las mejores decisiones para ti, permitiéndote avanzar con confianza hacia tus metas y sueños.