¿Cómo disfrutar de relaciones sanas, constructivas y duraderas?

Hay personas que de manera natural tienen relaciones sanas y constructivas: se llevan bien con su familia, hacen buenos amigos y se enamoran de la persona indicada para formar una feliz relación de pareja.

Sin embargo, la mayoría las relaciones implican un reto: llevan a analizar las debilidades y a crecer. La parte positiva es que, al transformarlas, se reciben grandes lecciones y te conviertes en mejor persona.

En el proceso de aprender a relacionarte con los demás para crear relaciones sanas y constructivas, muchas veces te enredas en relaciones tóxicas. Cuando el camino hacia tus metas se hace tan largo y difícil, pierdes la esperanza y llegas a creer que no existen las relaciones sanas.

Además, si tus experiencias de la infancia, dentro de tu familia de origen y con las personas que te rodean han sido de sufrimiento y dolor, no has adquirido el conocimiento necesario para construir dinámicas saludables con los demás. En este artículo, te cuento lo que necesitas saber para poder lograrlo.

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¿Qué son las relaciones sanas y cómo alcanzarlas?

Las relaciones sanas son aquellos vínculos que formas con las personas que te rodean en los que se nutren y benefician los involucrados. En ellas, tú y los demás se sienten bien. Hay un intercambio positivo que eleva, crea armonía y bienestar. Las relaciones sanas suman a tu vida. Son relaciones de amor en las que das lo que beneficia a la otra persona y solo tomas lo que te hace bien a ti.

 

Las 3 cualidades de una relación sana

Podría darte un inventario enorme de cualidades que distinguen a las relaciones sanas y constructivas, pero me concentraré en  tres que considero esenciales, porque las he observado en cada relación sana que conozco.

Sin estas cualidades, sentirás que tu relación te drena en lugar de nutrirte. Analiza si esto ocurre en las relaciones más importantes de tu vida actual para que logres identificar si son saludables y puedas hacer los cambios que te convengan.

 

1. Respeto

Esto incluye reconocer a cada uno por quien es: dar y tomar el lugar que corresponde dentro de la relación y validar las necesidades, deseos y decisiones de cada persona. El respeto es un ingrediente esencial de las relaciones sanas y constructivas.

 

2. Gratitud

Como la gratitud abre las puertas del cielo, lo que ocurre en tus relaciones cuando te llenas de ella es que te conectas con lo más elevado y lo mejor que tiene la otra persona.

De esta manera, logras crear relaciones sanas y constructivas, ya que la otra persona te da con abundancia, sintiéndose valorada y reconocida por ti.

En cambio, cuando una persona es desagradecida, los demás pierden el deseo de darle y de ser bondadosos con ella. ¿Lo has notado?

 

3. Comunicación

Para que existan relaciones sanas y constructivas, debes comunicar lo que es importante y necesario. Si guardas secretos que pesan, dices verdades a medias y ocultas lo que duele por evitar pelear. La relación terminará por enfermar y morir.

También dañas la relación cuando comunicas cosas que hieren y no con el objetivo claro de hacer un cambio positivo, ya que las dicen para lastimar y hacer sentir mal a la otra persona y como venganza porque estás enojada.

En la comunicación es importante el contenido y la forma, es decir, lo que dices y cómo lo dices. La comunicación es un arte, y lo bueno es que puedes aprenderlo.

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Claves para conseguir relaciones sanas y constructivas

Puedes aprender a crear relaciones sanas y constructivas al desarrollar las habilidades para generar las cualidades ya mencionadas en tus vínculos con los demás. Te comparto las cinco claves para lograrlo:

 

1. Enfócate en lo que te gusta

Hay cosas que te gustan y otras que te disgustan. Esto es completamente normal. Lo ideal es reconocer ambos polos: el positivo qué te gusta y el negativo qué te disgusta. La primera clave para disfrutar relaciones sanas y constructivas es poner tu atención en lo que te parece positivo de ti, de la otra persona y de las situaciones que se te presentan, sin negar lo que te disgusta.

No se trata de pintar el mundo de rosa; reconoce los colores que hay, pero pon tu atención solo en los que disfrutas.
Esta clave funciona porque donde pones tu atención pones la energía,  y esta va creciendo. Al poner tu enfoque en lo que te gusta, estarás alimentando eso y obtendrás más de lo que te gusta.

Por ejemplo, si tu pareja te trajo unas flores que te gustaron y te dijo un comentario que te molestó, elige poner toda tu atención en las flores durante la semana. Al cabo de ese tiempo, observa qué pasa en la relación.

 

2. Escúchate con atención

Estar en contacto con lo que te sucede en tus relaciones con los demás es de vital importancia. Este punto incluye reconocer lo que necesitas y lo que te gustaría recibir. Es sano que esperes ser tratada(o) con respeto y recibir cosas buenas de las personas que te rodean, ya que esto marcará la diferencia al momento de poner límites y poder pedir con claridad lo que deseas. 

 

3. Escucha a los demás con atención sin olvidarte de ti

Mantenerte neutral, sin engancharte emocionalmente cuando la otra persona se expresa, es una de las claves para crear relaciones sanas y constructivas. Poder hacer esto sin olvidarte de ti es importante, pues podrás ocupar tu lugar al lado de la otra persona como un igual, sin ponerte de tapete ni en la actitud de tener que sacrificarte para estar en la relación.

 

4. Dale importancia a lo que es realmente importante

Esta clave se refiere a saber priorizar, comprendiendo qué es lo que realmente importa y distinguiendo lo que es un berrinche.

 

5. Expresa tu gratitud con palabras y actos de bondad

La gratitud tiene una de las frecuencias más elevadas, capaz de disolver enojos y resentimientos grandes y viejos. Poder transmitir la gratitud es una clave mágica para manifestar relaciones sanas y constructivas.

Decir lo que sientes con claridad y generosidad, mostrando tu gratitud con palabras y actos de amor, hará magia en tu relación.

¡Anímate a experimentar con estas cinco claves!