Conociendo las constelaciones familiares

Las constelaciones familiares son una efectiva herramienta de psicoterapia que se enfoca en descubrir cómo los asuntos de un sistema, como la familia, pueden estar afectándote de manera negativa. Esto sucede así porque existe una herencia invisible en la que está almacenada tu información y las historias de todas las personas que forman parte de ese sistema. Sin saberlo, estás en conexión con esta herencia invisible, que te influye a nivel subconsciente.

Por eso, si tienes problemas que no has podido solucionar, o metas que no has logrado obtener, te conviene averiguar la causa más profunda. En estos casos, la técnica de constelaciones familiares es la más adecuada, porque obtienes la información que necesitas para liberarte de los problemas y alinearte con lo que deseas.

El origen de las constelaciones familiares  

Bert Hellinger, filósofo, teólogo, pedagogo, psicoterapeuta y exsacerdote, es conocido por haber creado las constelaciones familiares. Durante 16 años fue misionero en Sudáfrica con los zulúes; aprendió su idioma, sus rituales y las dinámicas del grupo. Se entrenó en múltiples disciplinas de psicoterapia y combinó su conocimiento para crear su propio método: las constelaciones familiares. Con ello, empezó a experimentar en grupos, aprendiendo y desarrollándolo con la práctica.

Hellinger vivió una larga vida, de 1925 a 2019, aportando hasta el final controvertidas reflexiones y métodos de trabajo. Tuve la suerte de capacitarme con él y con los maestros que lo acompañaban en sus inicios, ya que fui una de las pioneras en prepararme en constelaciones familiares cuando recién comenzaban. Fue una experiencia maravillosa aprender de él; sus enseñanzas están guardadas en mi corazón y las utilizo en mi propio método —con otro estilo—, conservando la sabiduría que recibí de su parte.

¿Para qué sirven?

En mi experiencia profesional de 30 años como psicoterapeuta, las constelaciones familiares sirven para resolver la mayoría de los problemas personales. Con esta herramienta puedes tratar muchos temas, entre ellos:

• Dinero.
• Enfermedades y falta de bienestar.
• Asuntos profesionales.
• Conflictos en tus relaciones de pareja, con miembros de tu familia y otras relaciones importantes para ti.

¿Cómo funcionan?

Durante una constelación familiar, el consultante presenta su problema o intención; luego, el psicoterapeuta realiza las preguntas necesarias para obtener más información. Posteriormente, este último selecciona algunos elementos o miembros de la familia para representarlos en el trabajo. Estos se colocan en el espacio de la sesión de manera que reflejen la dinámica familiar o del sistema. A través de la observación y la interacción entre los representantes, se revelan patrones y tensiones ocultas, lo que brinda claridad al consultante y la posibilidad de buscar soluciones o reconciliaciones.

Las constelaciones familiares se basan en principios y técnicas tomadas de diversas disciplinas de psicoterapia. Algunos de los métodos utilizados incluyen el psicoanálisis, el análisis transaccional, el psicodrama, la terapia Gestalt, la hipnosis ericksoniana y la programación neurolingüística. Estos enfoques se combinan para crear un método único que permite explorar y comprender las dinámicas familiares y sistémicas que pueden estar afectando a un individuo.

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¿Son peligrosas?

Cuando se realizan de manera inexperta, las constelaciones familiares pueden volverse peligrosas. Es importante que el facilitador o terapeuta esté debidamente capacitado y tenga experiencia en esta técnica. Sin una comprensión profunda de los principios sistémicos y una guía adecuada, las constelaciones pueden generar más desorden en el sistema y confusión en el consultante. Resulta esencial que el facilitador cuente con la sensibilidad y la habilidad necesarias para manejar situaciones emocionalmente intensas, y también para brindar un entorno seguro y de apoyo durante el proceso.

¿Quién puede realizar una?

Realizar una constelación familiar requiere de una persona con la capacitación adecuada y un profundo respeto por el consultante y su sistema familiar. Preferiblemente, debe tener experiencia en psicoterapia, así como haber recibido formación específica en constelaciones familiares y otras técnicas sistémicas. Además, es fundamental que el facilitador esté orientado al servicio y comprometido con el bienestar del consultante, para que pueda brindar un espacio de confianza y apoyo para el trabajo terapéutico.