15 Feb
El duelo es una experiencia por la que todos pasamos, y, aun así, es profundamente personal. Se trata de un proceso emocional complejo que se desencadena tras perder algo significativo en tu vida. Ya sea la muerte de un ser querido, el final de una relación o el cierre de una etapa vital, el duelo te lleva a confrontar sentimientos de tristeza, vacío y, a veces, confusión.
Este no se limita a la pérdida física, pues también incluye la despedida de una versión tuya, de sueños no realizados o de una etapa de la vida que ha llegado a su fin. Acompáñame a explorar algunas formas en las que puedes navegar con mayor suavidad esta fase.
1. Reconoce y acepta
El primer paso en el proceso de duelo es reconocer y aceptar la pérdida. Negar o evitar estos sentimientos solo prolonga tu dolor. Aceptar no significa estar de acuerdo o sentirse bien con la pérdida, sino reconocer que ha ocurrido y que ha tenido un impacto significativo en tu vida. Sin este reconocimiento, el duelo no puede comenzar.
Por ejemplo, Mariana ha terminado la universidad, un gran paso en su vida y que también representa el fin de una etapa significativa. Un ejercicio de constelaciones familiares que puede servirle es imaginarse de pie frente a su universidad para expresarle su gratitud y sus lamentos, y luego despedirse con amor. Una vez que ha dicho lo que guardaba en su interior, gira, mira hacia su futuro —la etapa laboral— y lo saluda para darle la bienvenida.
2. Permítete sentir
El duelo duele, y viene acompañado de una gran variedad de emociones, desde tristeza y enojo hasta culpa y alivio. Permitirte sentir estas emociones sin juzgarlas es esencial. Cada persona experimenta el duelo a su manera, y no hay una “correcta” de sentirlo.
Por ejemplo, en el funeral de su abuela, Carla siente mucho enojo y no sabe por qué. Al ver que las demás personas se encuentran tristes y están llorando, se enoja consigo misma por no sentirse así. Esto le hace entrar en un bucle en el que se enoja porque sí. Aceptar las emociones es muy importante para permitirlas fluir. Un buen ejercicio para Carla sería imaginar que su abuela le da permiso de sentir lo que siente.
3. Cierra lo inconcluso
Cuando hay una pérdida, también puedes sentir que se pierde la posibilidad de cerrar todos esos temas inconclusos: esas cosas que “faltó hacer” o “faltó decir”. Puede ser que te hubiera gustado agradecerle más a esa persona o decirle algo importante. Cerrar esos temas sería de mucha ayuda para transitar las emociones y el proceso del duelo. Para ello, cierra los ojos e imagina a la otra persona frente a ti y decirle todo lo que te hizo falta. También puedes escribirle una carta. En caso de que estés teniendo un duelo por algo que no es una persona —como un cambio de etapa o de trabajo—, haz exactamente lo mismo, pero imaginando lo que sea y lo que le quieres decir.
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4. Integra la pérdida
Integrar la pérdida en tu vida no significa olvidar o dejar atrás a la persona o la experiencia, sino encontrar una manera sostenible y saludable de llevarla contigo. Esto implica reconocer que la pérdida ha cambiado tu visión del mundo y a ti misma. Perder a alguien o algo no quiere decir que te deshagas de todo lo que representa; puedes tener fotos suyas, escuchar la música que te recomendó, seguir disfrutando la serie que veían juntos, etc. Hay cosas que pueden irse rescatando a su debido tiempo. Sobre todo, se quedan contigo las experiencias, las memorias y los aprendizajes.
Una acción que se sugiere en las constelaciones familiares es que lo representes con algo simbólico que esté cerca de tu corazón, como un colgante.
5. Crea nuevos significados
Parte de soltar incluye crear nuevos significados para tu pérdida. Estos pueden ser lecciones valiosas o implicar nuevas formas de honrar la memoria de un ser querido.
En el caso de Carla, ella solía tejer con su abuela; era una actividad que ambas disfrutaban mucho hacer juntas. Al poco tiempo del funeral, tejer se convirtió en algo que le generaba dolor porque le recordaba a su abuela, así que lo dejó por un tiempo. Conforme fue cerrando temas inconclusos, integrando la pérdida y transitando sus emociones, Carla se animó a tejer de nuevo como una manera de honrar y recordar buenos momentos con su abuela.
El duelo se trata tanto de soltar como de crecer y aprender. Cada experiencia de pérdida te enseña algo sobre ti misma, la vida y la naturaleza de tus relaciones. Los duelos pueden ser muy incómodos, pero recuerda que son pasajeros y transitables. Casi todo en la vida viene y va: lugares, personas, etapas, actividades, etc., y muchas veces ni eres consciente de ello. Eso refleja lo bien que las personas podemos llevar los duelos. Si te sientes atorado en uno y necesitas ayuda, recuerda que el Método Magui Block® es un gran apoyo para acompañarte en este proceso.
