El primer día de clase me sentí desorientada, lo admito. Todo se movía dentro de mí de una manera que me resultaba difícil de comprender. Incluso llegué a enfermarme y me dije a mí misma:

“Esto no es para mí”. Le transmití mis dudas a Magui, quien con una comprensión y amabilidad asombrosas me dijo: “Te entiendo, suelen ser resistencias. Date una oportunidad y verás el cambio”. Y así lo hice.

Desde entonces, cada clase se convirtió en una experiencia fascinante. A veces terminaba exhausta por la profundidad de los temas que explorábamos, otras veces emocionada y otras completamente revitalizada. Con el diplomado, no solo aprendí a sanarme y sentirme más libre, sino también a guiar a otros de una manera cómoda, suave y amorosa. Y esto gracias al método Magui Block, el cual, parece tomar vida propia, solo tienes que dejarte llevar por él.

Lo mejor de todo es ver cómo los clientes disfrutan mientras descubrimos juntos lo que está en el inconsciente limitando. Se sorprenden mucho con lo que revela el método. ¡Es como leerles las cartas! Estoy feliz de haberme topado con este diplomado ¡Es realmente una joya! Gracias Magui.